La visita de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos a México
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La visita de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos a México
Fotografía: Oficina en México de la OACNUDH
Durante julio el país recibió la visita de Navi Pillay, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos para conocer la situación que acontece en nuestras libertades fundamentales.
La Alta Comisionada visitó albergues, tuvo encuentros con organizaciones de la sociedad civil, autoridades federales y representantes de las comisiones públicas de protección a los derechos humanos.
En ese marco, el 5 de Julio la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los derechos para todos y todas” en la que participa en Cepad, le entregamos un documento que resume las principales preocupaciones en el país:
En lo que se refiere al acceso a la justicia, aún a pesar de las reformas que buscan cambiar lo que vimos crudamente en la película “Presunto Culpable”, persisten aspectos que son contrarios a nuestras libertades como el arraigo, la prisión preventiva, que afecta a la mayoría de las personas detenidas que esperan una sentencia, además del cateo express y la intervención de comunicaciones con el pretexto de la lucha en contra de la delincuencia organizada.
Otro de los temas propuestos fue la revisión de la jurisdicción militar, cuando éstos comenten delitos en contra de civiles, minada apenas ayer por la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aspecto al que México ha sido renuente en su cumplimiento, no obstante las sentencias condenatorias ante Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Se informó de la necesidad de cambiar la estrategia de seguridad, de una meramente policial que sólo protege a quienes la administran, a una ciudadana o humana, que busca proteger y garantizar nuestras necesidades, en la cual se tendría que invertir más en la solución de problemas sociales y menos en armas, patrullas o tanquetas.
Respecto a los derechos económicos, sociales y culturales, se le informó de la situación crítica en la que se encuentra la protección a la salud, el acceso a una vivienda digna, la educación, la limitación del empleo y en su estabilidad, así como el medio ambiente y los macropoyectos, aspectos que también son toda una agenda pendiente en Jalisco, basta recordar el caso del Río Santiago, o la lucha que llevan los pobladores de Temacapulín, Acasico y Palmarejo para evitar la construcción de una presa que frenará sus condiciones de vida.
Se informó a la Alta Comisionada de la respuesta que ha otorgado el Estado Mexicano, la cual ha sido realmente limitada y decorativa al contar con un Programa Nacional de Derechos Humanos que no se aplica en la práctica y que solamente ha tenido eco en el Distrito Federal, pero que aún así se indicaron las preocupaciones por los riesgos en cuanto a caer en acciones simuladas no precisamente ajustadas a los derechos humanos.
En su pronunciamiento final, la representante de la OACNUDH, reconoce la reciente reforma constitucional en materia de derechos humanos y consideró necesaria su implementación en los niveles de gobierno federal, estatal y municipal, al mismo tiempo resaltó la necesidad de la seguridad ciudadana como una de las condiciones de respeto al derecho a vivir sin amenazas, además de mostrar su preocupación por la situación de violencia que amenaza el Estado.
Invitó al Gobierno Mexicano a que la intervención del ejército fuera extraordinaria, limitada en tiempo y sujeta a controles civiles.
Se dirigió además a las defensoras de los derechos de las mujeres y exigió el cumplimiento de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos respecto al caso de «campo algodonero» que hace referencia a la responsabilidad del Estado en los feminicidios en Ciudad Juárez.
Solicitó la protección a los migrantes, en especial a mujeres y niñas, así como funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, además exigió la implementación de un mecanismo de protección para defensores, defensoras y periodistas.
Invitó a cada uno y cada una para declararnos defensores de todos aquellos y todas aquellas que nos defienden, porque sin ellos se erosionarían nuestras libertades fundamentales. Es un compromiso y también una invitación, declarémonos, porque como menciona la campaña de la ONU, señalando una frase de Desmond Tutu: “Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor”.