Hoy se cumplen cinco años de la brutal represión que sacudió a Jalisco los días 4, 5 y 6 de junio de 2020, que hasta el día de hoy permanecen en impunidad, siendo parte de un patrón sistemático y sostenido de represión y criminalización de la protesta social en el estado de Jalisco.

El 4 de junio, cientos de personas tomaron las calles de Guadalajara para exigir justicia por la detención arbitraria, tortura y ejecución extrajudicial de Giovanni López cometidas por policías municipales de Ixtlahuacán de los Membrillos. Ese día, la respuesta del Estado fue la brutal represión y criminalización de la protesta social mediante el uso excesivo de la fuerza y la detención arbitraria de 28 personas.

Al día siguiente, el 5 de junio, durante el acto de concentración llevado a cabo fuera de las instalaciones de la Fiscalía del Estado, fueron desaparecidas de manera forzada más de 80 personas quienes participaban en la manifestación o transitaban por la zona. Las personas fueron trasladadas a las instalaciones de la Fiscalía del Estado de Jalisco, donde fueron privadas de sus pertenencias, torturadas, amenazadas de ser asesinadas, desaparecidas o entregadas al crimen organizado y, posteriormente, fueron llevadas por la noche a zonas peligrosas y alejadas de la Zona Metropolitana de Guadalajara dejándolas completamente incomunicadas y con una gran exposición de convertirse en víctimas de más delitos y violaciones a los derechos humanos.